...dolor...

Soy Pedro, y eso es lo que importa.

Y tengo un dolor emocional... extraño a mi madre. Y tengo una carga muy muy dolorosa al sentir tanta impotencía por no haber hecho algo mas.

Y pues, nada. Tengo un problema en el corazón a causa de una enfermedad que, curiosamente, mi madre no le dio importancia cuando era adolescente. De todos modos, es algo trivial...

Y al tonto de mi, se le ocure decir: Ojalá y se me llene el corazón de agua y me muera.

No pudiste haber dicho peor cosa...

Porque de pronto, ese regaño materno, de mi madre que ya no está, llega inconteniblemente y me recuerda:

Mi madre, con metástasis de cáncer de mama en el cerebro, sufriendo en una cama de hospital, compartiendo habitación con otra mujer. Sufriendo, pero aguantandose, luchando por su vida, y que cuando me ve entrar sonrie. Carajo, no se vale. Mi padre, con una cara de angustia, de desvelo por cuidar toda la noche a mamá, me da unas palmadas en la espalda, y me dice "echale ganas" y yo... ahí, viendo como una sonda entra por el costado derecho de mi madre, que conecta a un aparato que extrae agua de su pleura pulmonar. Mi madre habia sido hospitalizada por retener líquido en el pulmón derecho. Es dura la escena, y me mantengo firme para solo sonreirle a mi madre y decirle: mamá, eres la mejor mami del mundo. Beso en la frente, te amo mamita...




Y no mames Pedro, tu diciendo tus pendejadas de... ojalá esto, ojalá esto otro. Tu recuerdo me duele mamá, me atormenta... se que pude haber hecho más por ti. Que en vez de andar de fiesta, de vago, aquí y allá, pude haber pasado valiosisimos minutos contigo.

Yo estaré aquí hijo, no estás solo... Nunca lo estarás. Que no soy yo tu madre?

Si intentas hablar, recuerda que hay que conectar la lengua al cerebro...

hoy como nunca, me haces tanta falta mamita querida.